23/06/2012. Sábado. Día de la verbena de San Juan. Sin escuchar un solo petardo por primera vez en mi vida en estas fechas, sólo una cosa en mi cabeza para este día: Eurocopa, España – Francia. Todo el día se centraba en este evento. Sin embargo, se sucedieron muchas más cosas. Decidimos madrugar una hora menos de lo habitual, aprovechando que era fin de semana, y cogimos el camino de la oficina. Allí estuvimos unas 3 horas. Recogimos la ropa de la lavandería y nos dispusimos a ir al restaurante que habíamos reservado para ver el partido. Estaba situado cerca del monumento a la Revolución y era propiedad de unos cántabros afincados aquí en México DF. Al final nos juntamos unas 15 personas, dispuestas a ver cómo España se clasificaba para semifinales. 
Respecto al partido, cuatro pinceladas: volvimos a jugar con falso delantero centro, Cesc, y Francia se acobardó, sacando 5 mediocampistas, entre los que se encontraba incluso un defensa, jugando en banda derecha. El temor con que jugó Francia en la primera mitad, unido al gran juego realizado por España permitió que en una gran jugada de Iniesta con Jordi Alba, Xabi Alonso marcara el 1 a 0 de un gran cabezazo. La segunda parte fue completamente distinta. A pesar de que la selección siguió con el dominio del balón, se echó para atrás, no sé si por orden de Del Bosque, por cuestiones físicas, o por la influencia del marcador a favor. Justamente coincidió con los cambios de Francia, que sacó a los jugones tipo Nasri. Fueron sus mejores minutos, aunque muy muy pobres para ser los mejores. Sin embargo, el cambio de Pedro por Silva, junto a la entrada de Torres, resultó clave, ya que permitió fijar a Francia atrás, de manera que no llegó con peligro ni una sola vez en la segunda mitad. Con esta victoria, 2 a 0 tras el penalti convertido de nuevo por Alonso y cometido sobre Pedro, España pasa a semifinales, donde le espera la Portugal de CR7. Y no podía cuando menos mencionar la parte culinaria del evento.
El menú consistió en unas tapas para picar, un jamón ibérico buenísimo, pulpo a la gallega (que dejó un poco que desear), calamares, queso, croquetas, etc. Y de segundo escogí solomillo a la sal. Realmente muy rico todo.
Parecía que llegaba la hora de la siesta, pero surgió otro evento. Uno de los muchos españoles que están viniendo a México a trabajar, estrenaba casa y se realizó la fiesta de inauguración oficial. Era por la zona de Polanco y decidimos ir a hacer acto de presencia. Al final éramos unas 30 personas. A la hora de la cena llegó nuestro momento y decidimos volver a casa, tras un largo día, llenos de eventos y celebraciones. Finalmente, desde aquí un saludo para mis lectores en Alemania, y también en Asia.
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