domingo, 20 de mayo de 2012

Sábado noche

19/05/2012. Sábado. El fin de semana comenzó muy pronto por la mañana. Tras llegar del Hooters la noche anterior, nos levantamos a las 7:15 de la mañana para dirigirnos a un nuevo partido amistoso de fútbol 7 con los compañeros de la empresa. En esta ocasión el encuentro volvió a estar muy disputado, acabando con un resultado de 6 a 7 en contra. Tras el madrugón y el cansancio del partido, volvimos a nuestros apartamentos para echar una pequeña siesta y prepararnos para la final de la Champions League entre el Bayern y el Chelsea. Comimos viendo el partido en nuestro asador uruguayo favorito, para ver la prórroga y los penaltis en casa.



La tarde nos llevó de nuevo a la oficina, ya que teníamos que acabar con urgencia un trabajo para el lunes. Por suerte, para la hora de cenar ya lo habíamos acabado y pudimos planear la noche del sábado sin ningún problema. En esta ocasión fuimos a un restaurante de la zona de Polanco, con comida mediterránea, mayoritariamente española y por lo que pudimos degustar, de muy buena calidad. Nuestro menú constó de huevos rotos con gulas y jamón, y un segundo a la elegir, que en mi caso fue un salmón a la parrilla, con una salsa de mostaza y papas. Un muy buen restaurante, lógicamente caro, pero que mereció la pena. En esta parte de México DF se notaba el alto nivel de vida de la gente que frecuentaba la zona, tanto por los coches que aparcaban en la puerta del restaurante como por el tipo de gente y apariencia de los mismos.
Para acabar la noche decidimos investigar un poco la madrugada de Polanco. Tras un intento infructuoso, entramos en una discoteca con buena música. Lo que más me sorprendió fue que, en lugar de pedir copas de manera individual, los camareros venían y negociabas con ellos la compra de la botella entera de la bebida que querías. Como éramos muchos, acabamos pidiendo un par de botellas de Ron. Aun siendo conscientes de que era un lugar caro, el sablazo final fue tremendo, ya que, pensando que con este sistema de comprar la botella entera saldría algo más barato, la realidad fue que nos salió la copa de media igual o más cara que un cubata en Barcelona. Ciertamente, tras un gran inicio de velada, acabé la noche (ya bien entrada la madrugada), bastante cabreado. Por otro lado, la hora a la que llegamos a casa hizo inviable el partido de pádel previsto para las 10 de la mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario