El Ronquillo

17/05/2012. Jueves. Tras pasar por la lavandería a recoger la ropa, hemos iniciado una nueva jornada de trabajo en la oficina. La mañana ha transcurrido sin mucha historia, mirando unos documentos, un pequeño almuerzo, y más documentos, hasta que ha llegado la hora de comer. Hoy hemos estrenado un nuevo restarurante, cuyo lema era algo así como “Lo mejor de la comida mexicana y española”. Y nos hemos lanzado a por algo de comida española: han sido dos tortillas de patatas para picar y un segundo plato cada uno. La verdad es que las tortillas no estaban mal, pero estaba la patata y la cebolla poco hecha. Además, ciertamente, el lugar ha resultado un poco caro, comparado con otros restaurantes a los que solemos ir (Estoy pensando en el uruguayo, sin ir más lejos).

Por la tarde hemos continuado con nuestro trabajo. A eso de las siete y media nos han llamado para que subiéramos a la planta superior, donde nos esperaban dos pasteles. Se celebraba el cumpleaños de dos compañeros de las diferentes empresas que estamos en el edificio. Sustituyendo al Feliz Cumpleaños que todos conocemos, se ha escuchado en esta ocasión el típico… “Estas son las mañanitas que cantaba el rey David…”, que se canta aquí en México. Después, cerca de las 9 de la noche, hemos recogido los bártulos y nos hemos encaminado hacia casa a descansar. Esta noche no hemos salido a cenar y hemos aprovechado para tomar algo más ligero en casa.