jueves, 12 de julio de 2012

Un gallego en México


12/07/2012. Jueves. Ha cambiado el tiempo. Ahora llueve por las mañanas en el DF. Al menos así ha sido los dos últimos días. Hoy ha sido una jornada con contrastes. A nivel laboral, para no perder la costumbre, nada bueno. Seguimos avanzando en nuestro trabajo, pero la fecha de presentación se sigue posponiendo. Se puede decir que estamos bastante “contentos”. Por otro lado, la parte positiva ha sido la presencia de mi amigo Santi aquí en México esta semana. Hoy hemos comido y hemos cenado juntos, en lo que era casi su último día aquí, ya que mañana agarra el avión de vuelta a España. Hemos visitado la Plaza del Ángel de la Independencia y por la noche nos hemos dirigido a Roma Norte, acabando en un restaurante gallego. Éramos
 cinco y hemos pedido un conjunto de tapas, pulpo (por supuesto), empanada, setas con chistorra, croquetas de jamón, tabla de quesos y pimientos de Padrón (Que unos pican y otros no, pero aquí los que no pican, pican un poco; y los que pican, pican mucho). Hablando de los pimientos, hemos jugado al mítico y antiquísimo pimiento ruso, en que cada uno de la mesa escoge el pimiento que se ha de comer el siguiente. Ha habido momentos de mucho sudor y picante, sobre todo para un chico de Bilbao. Al final, el dueño del local nos ha obsequiado con un orujo de hierbas, que se habría tomado mi mismísimo hermano, a quien le gusta mucho ese digestivo. Pasada la medianoche, taxi de vuelta al hotel donde, al llegar, he acabado la velada con un yogur natural y el encierro diario de San Fermín.

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