Jamón y tequila
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13/07/2012. Viernes. Día inhumano de obras en la oficina. El ruido que han provocado los obreros ha resultado completamente ensordecedor. Están construyendo una nueva altura en el edificio que alberga nuestras oficinas y eso ha hecho que las condiciones de trabajo hayan sido hoy bastante pobres. Tras un jueves en que nos acostamos un poco más tarde de lo normal, hoy viernes ha resultado un día bastante largo. Siguen sin llegar buenas noticias en el trabajo, a pesar de que lo estamos dando todo. A media mañana, por suerte, hemos podido disfrutar de un rico pincho de tortilla de patatas en la cafetería de enfrente de la oficina, la primera vez que la degustábamos en este local. Al mediodía, de camino al restaurante “cántabro” al que acudimos asiduamente, hemos visto el anuncio de un cineclub, en el que se iba a proyectar la gran película “La Celestina”, con Penélope Cruz y Maribel Verdú. La comida ha sido rápida, lo que nos ha permitido echar una minisiesta y ver un poco el partido de la selección de baloncesto, que ha vuelto a apalizar a rival.
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La tarde ha continuado en la oficina, adelantando todo el trabajo que hemos pedido, a la espera de recibir más información de nuestros socios. Las obras han continuado durante la tarde, pero por suerte, hacia las 7pm se han terminado las obras (por hoy). El plan para la noche era preparar una cena con embutidos, vino, etc. Y así ha sido. Mientras seguíamos en la oficina, otra parte del equipo ha acudido a diferentes supermercados a comprar todos los ingredientes. A las 9pm hemos recogido todos los bártulos, pero justamente en ese momento ha comenzado el diluvio universal. Hemos decidido llamar a un taxi, que ha llegado en 20 minutos. En casa, hemos preparado la mesa para la velada, con música de Michael Jackson de fondo. Jamón, lomo, chorizo ibérico, queso, pan, tomate, aceite, sal, todo regado por un Ribera del Duero. Y de postre, unos chupitos de tequila, para hacer un poco de patria en este país. Finalmente, he pensado que era mejor acostarse, ya que mis invitados querrían irse para casa. Me he quedado tranquilamente a ver el encierro (el último de 2012), y pronto a dormir, que mañana llega un nuevo sábado de trabajo.
13/07/2012. Viernes. Día inhumano de obras en la oficina. El ruido que han provocado los obreros ha resultado completamente ensordecedor. Están construyendo una nueva altura en el edificio que alberga nuestras oficinas y eso ha hecho que las condiciones de trabajo hayan sido hoy bastante pobres. Tras un jueves en que nos acostamos un poco más tarde de lo normal, hoy viernes ha resultado un día bastante largo. Siguen sin llegar buenas noticias en el trabajo, a pesar de que lo estamos dando todo. A media mañana, por suerte, hemos podido disfrutar de un rico pincho de tortilla de patatas en la cafetería de enfrente de la oficina, la primera vez que la degustábamos en este local. Al mediodía, de camino al restaurante “cántabro” al que acudimos asiduamente, hemos visto el anuncio de un cineclub, en el que se iba a proyectar la gran película “La Celestina”, con Penélope Cruz y Maribel Verdú. La comida ha sido rápida, lo que nos ha permitido echar una minisiesta y ver un poco el partido de la selección de baloncesto, que ha vuelto a apalizar a rival.
La tarde ha continuado en la oficina, adelantando todo el trabajo que hemos pedido, a la espera de recibir más información de nuestros socios. Las obras han continuado durante la tarde, pero por suerte, hacia las 7pm se han terminado las obras (por hoy). El plan para la noche era preparar una cena con embutidos, vino, etc. Y así ha sido. Mientras seguíamos en la oficina, otra parte del equipo ha acudido a diferentes supermercados a comprar todos los ingredientes. A las 9pm hemos recogido todos los bártulos, pero justamente en ese momento ha comenzado el diluvio universal. Hemos decidido llamar a un taxi, que ha llegado en 20 minutos. En casa, hemos preparado la mesa para la velada, con música de Michael Jackson de fondo. Jamón, lomo, chorizo ibérico, queso, pan, tomate, aceite, sal, todo regado por un Ribera del Duero. Y de postre, unos chupitos de tequila, para hacer un poco de patria en este país. Finalmente, he pensado que era mejor acostarse, ya que mis invitados querrían irse para casa. Me he quedado tranquilamente a ver el encierro (el último de 2012), y pronto a dormir, que mañana llega un nuevo sábado de trabajo.
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