24/04/2012. Para un barcelonista como yo es complicado tomar un avión sabiendo que durante las 11 horas de vuelo que me llevarán a Ciudad de México se estará disputando el emocionantísimo FCBarcelona – Chelsea FC. Y no sólo por la trascendencia deportiva que tiene el partido en concreto, donde el Barça tenía que remontar el 1 – 0 cosechado en Londres, sino porque para mí es un gran placer disfrutar de cualquier partido que juegan los pupilos de Guardiola.
Nada más aterrizar, cerca de las 11:00pm hora mexicana (06:00am del día siguiente en Barcelona), nos enteramos del 2 a 2 final y de la consiguiente eliminación del Barça. He de reconocer que la decepción fue muy grande, y más viendo los resúmenes en televisión al llegar al hotel, pero también he de decir que el sufrimiento fue mucho menor que los millones de aficionados que pudieron seguirlo en directo.
Tras esta decepción, la primera noche en México fue de lo más habitual: pocas horas de sueño, unas 3 aproximadamente, despertándome 4 veces. Así que, a las 5 ó 6 de la mañana ya estaba con los ojos como platos. Todo esto tiene su contrapartida por la tarde, ya que a las 6 de la tarde ya estás con un sueño que te mueres (lógico teniendo en cuenta que debían ser como la 1 de la mañana en nuestro horario natural).
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